jueves, 24 de febrero de 2011

Todo azul y un peronista

A veces me gusta viajar los fines de semana para visitar unos amigos y aprovechar la vida lejos de donde yo tengo que laburar y ser una persona apresentable todo el tiempo.
El último fin de semana me fui a Buenos Aires, aprovechar el calor, los tragos y la noche. Tenía planes de empeparme con una amiga que siempre experimenta las cosas por primera vez en mi compañía. Pero yo no imaginaba lo que sería la noche.
Primero me fui a Le City con mi madrina, que es mucho más loca y divertida que yo. Los señores (porque no tengo el coraje de decirles chicos) deberían tener unos 60 años y llegué al punto de escuchar de uno que tenía unos 40 que "nosotros éramos los únicos jovenes del lugar". La música era genial, tipo de los setenta, ochenta pero yo no podía moverme o sería atacada por los señores deseosos de carne joven.
Salí de ahí y me fui a Voodoo encontrar mi amiga que obviamente estaba retrasada. Encontré un amigo, que yo nunca sé si me tira onda o no, pero no me importa mucho porque los amigos son como Tierra Santa, son divinos y nunca se debe tocarlos con segundas intenciones. Conocí a unas pibas divertidas y una quería matarme y me preguntaba a cada 10 minutos si no me molestaba que ella estaba con mi amigo.
Después de momentos raros y conversaciones desnecesarias, llega mi amiga y entra en una crisis de pánico porque no la dejan entrar en el boliche. Ese fue el final de la noche normal.
Nos empepamos en la puerta del boliche y nos vamos a una fiesta de cumple que hasta ahora no estoy segura porque fuimos o quien era el cumpleanero. Mis compañeras se quedarón re locas y yo estaba super normal, más divertida y relajada por la pepa pero tranqui. Ellas se fueron a bailar bajo la lluvia y yo me quedé charlando toda la noche con el amigo de una de ellas.
Él era un chico tierno y me dió ganas de pasar toda la noche con él. Nos besamos mucho y yo tenía planes más divertidos para después pero mi amiga no estaba en un estado físico/mental para ser dejada sóla, entonces ella me dió media hora más y después nos ibamos. Él fue y probablemente va a ser el único peronista en mi vida. Un lindo peronista que me dá ganas de volver a Buenos Aires para descobrir como serán las cosas cuando nos vayamos a la cama.
Cuando me fui, estaba tan relajada y tan empepada que el mundo parecia todo de colores lindos. Menos el taxista que miraba a mis piernas todo el tiempo y me dió ganas de matarle.
Fue una noche azul

jueves, 27 de enero de 2011

El misterioso asesino del vibrador.

Yo nunca creí en esos mitos urbanos, pero ahora tengo el mío.
Fui a visitar mi abuela en el fin del año, a mí me gusta la playa y la posibilidad de relajar un poco. Volví a casa y dejé unas cosas en el departamento, una vez que mi abuela volvía también y nadie iba a hacer nada.
Little did I know, que esa no fue la verdad.
Cuando vuelvo a la casa de mi abuela, no encuentro mi almohada. Bueno, pensé que tal vez la chica que limpia el departamento lo hubiera dejado dentro del placard o en algún otro lado. Pero no. No estaba.
Me pareció raro, sin embargo no me pareció nada importante.
Estoy arreglando las cosas y de repente encuentro un vibrador. Y no, no era mío. Tampoco de mi abuela (si, tuve que preguntar, uno nunca sabe). Además de eso, la mina que limpia el departamento no me contestaba las llamadas.
Después de mucha investigación, llegamos a una conclusión y así creamos: El asesino del vibrador.
Es un asesino frío que te mata con la almohada y la lleva como recuerdo. En su lugar pone un vibrador, para causar verguenza en las personas, así, nunca hablaran del crímen.
Tengan cuidado, ahora que ustedes saben de él, estás en la lista de próximas víctimas.

martes, 18 de enero de 2011

Chicos con novias, alcohol y tpm.

Conocí a un chico, nada que ver con mi tipo (pero hace mucho tiempo que yo no salgo para realmente saber cual es mi tipo actual), tuvimos onda, nos besamos.
El dia seguiente descubro que uno de mis mejores amigos es amigo de la novia del tipo. Si, él chavón tenía novia. Y claro que ella trabaja en el boliche que más me gusta en toda la ciudad. Y él es el barman.
Bueno, ni di bola a la situación, yo nunca iba a salir de nuevo con el tipo, que me importaba si era un tonto sin un mínimo de dignidad.
Pero ahí vino Lala, la versión alcoholizada. Claro que si yo voy todas las semanas al mismo boliche, lo iba a encontrar y la probabilidad era de unos 75% que yo estuviera borracha en esa situación. Para dejar todo más tranquilo de mi parte, estaba re sensible por mis hormonas.
Hablé 3 o 4 veces con el chico en toda la noche, y eso porque él trabaja en la barra. Al final de la noche, me voy con él a un hotel. Como se pasó eso, sólo las mentes mas brillantes de las universidades más importantes del mundo podrán algún dia saber.
Le cuento que sé de la novia pero a él no le hace mucha diferencia, además, me dice que es la primera vez que piratea. En ese momento, en serio, pensé en salir de la habitación y llorar.
Para los hombres que no entienden esa época del mes, una chica hormonal como yo llora en propagandas de papel higiénico. Imagináte ahora cuando alguién me cuenta que soy la única mistress, la única destruidora de lares de esa historia. Bueno, pensé en conejitos saltitantes y el acohol (una vez más mi vilano favorito) no me dejo salir de la habitación, entonces pensé: "al menos eso va a ser divertido".
Pero, una vez más, lala no tenía la razón. 
Primero: a él le gustaba hacerlo en el oscuro y yo tengo un poco de fobia de eso, entonces lo obligué a hacerlo con las luces prendidas
Segundo (y tal vez la parte más cómica/triste para mí): el chavón tiene asma. En el medio de todo, él no conseguía más respirar. Una persona normal estaría al menos preocupada. Yo no. Empecé a reir y el pobre debe haber se sentido re mal. Pienso yo.
Tercero: él era re tierno. Eso es un problema que yo tengo siempre. Busco los hijos de puta que al final son tan tiernos que yo no sé muy bien que hacer.
Bueno, salí del hotel y entré en un táxi. Le dije "dejá de salir con chicas locas a hoteles a esa hora de la mañana" y en mi cabeza, ese era el final perfecto para el capítulo de mi vida dedicado a él.
Pero el dia seguiente, además de una resaca gigante, mi pobre cabeza si acordó que él va a estar todos los dias en el boliche que voy todas las semanas. Y yo no voy dejar el alcohol.

jueves, 13 de enero de 2011

Las 10 cosas más odiosas de mi vida de soltera

1. Todo el mundo cree que puede hacer preguntas. Ej. "porque terminaste tu última relacción?" "ya conociste alguién nuevo?"

2. Amigos hombres que intentan algo conmigo porque estoy soltera, luego (para ellos) frágil y desestabilizada.

3. Amigas que creen que estoy compitiendo con ellas por un chico (y en la gran mayoría de las veces, yo les presenté al tipo).

4. Todo el mundo habla de mi actual vida sexual. Mismo que ella sea inexistente.

5. Todos mis amigos tienen "el tipo perfecto para mí" para presentarme (dato científico: 90% de las veces el chavón no sirve ni para una noche de besos)

6. Soy obligada (por mí misma) a estar de dieta y ir al gimnasio, porque me convencieron que con mi figura no atraigo los chicos correcto.

7. La gente me invita a 500 eventos distintos, lo que sería lindo si no fueron todos el mismo dia y la mayoría un pretexto para que alguién me presente el "tipo perfecto".

8. Mis amigas tienen un gusto musical dudoso y yo sólo voy a sitios con música buena.

9. Mi familia es obsesiva por parejas y me hacen sentir mal por ser la única prima soltera en todos los eventos familiares.

10. Siempre hay algún chico que quiere ser mi futuro novio (mismo que yo siempre busque los peores tipos).

miércoles, 12 de enero de 2011

Hola

Me llamo lala. Bueno, ese no es realmente el nombre en mi DNI, 
pero me parece lindo y la gente me conoce sin saber el nombre que me dió mi mamá.
Tengo 21 años, pero a veces digo que tengo 18. No me preguntes porque, porque no lo sé.
Naci en Ushuaia, Argentina. El fin del mundo, o el principio si crees que una esfera puede tener algo así. 
Actualmente vivo por ahí, buscando el principio (o el fin, dependiendo de donde mirás) del mundo, el revés de todo que conocí.
Y en mi camino, sólo cosas raras se pasan. Cosas tipo terminar navidad en la casa de un chico pero enamorarme de su perro, o empezar la noche con un gay y terminarla con un sádico. 
A mi me gusta conocer la gente, y chicos. Y por creer que al fondo somos todos buenos ya pasé por situaciones clásicas que nadie quiere que pase con sus hijos. 
Como la vez que volví de un concierto en una isla cerca de Toulon haciendo dedo y dormí en la puerta de la estación de tren hasta que el tren de las 6 estuviera allí.
Ese es un diario de mis memorias un poco turbas por el alcohol y mis fantasías de chica.
Ojalá alguién lo lea.